La mayor parte de los residuos producidos por la población son los de tipo orgánico. Estos poseen un alto potencial de valorización, tanto en la producción de energía como de compostaje para la agricultura.

Estos residuos ya se recolectan selectivamente en varias áreas del país, y esta recolección comenzó en Lisboa en 2005, con la implementación del Programa Mais Valor, iniciado por Valorsul - concesionario EGF para la región de Lisboa (Norte).

Para que esto suceda, EGF tiene 19 plantas de recuperación orgánica que operan en Portugal, que van desde plantas de tratamiento mecánico y biológico, plantas de compostaje y plantas de digestión anaeróbica.

Estas instalaciones permiten separar los envases y contaminantes de la recolección de desechos comunes y biorresidas, asegurando que se envíen para su reciclaje; la producción de correctores orgánicos para la agricultura; y producción de energía, donde hay digestión anaerobia de los residuos.