PAPERSU - PLAN DE ACCIÓN PARA LA APLICACIÓN DEL PLAN ESTRATÉGICO DE RESIDUOS MUNICIPALES 2030

Según la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente, «El Plan Estratégico de Residuos Urbanos (PERSU 2030) tiene como objetivo dar continuidad a la aplicación de la política nacional de residuos, orientando a los agentes implicados en la implementación de acciones que permitan alinear al país con las políticas y directrices comunitarias, contribuyendo al aumento de la prevención, reciclaje y otras formas de valorización de los residuos urbanos, con la consiguiente reducción del consumo de materias primas naturales con recursos limitados.

Este plan se centra en la prevención de la producción de residuos y en la recogida selectiva, con especial atención a las nuevas fracciones: residuos textiles, residuos peligrosos y biorresiduos, al tiempo que hace hincapié en la promoción del uso de materiales derivados de los residuos (combustible derivado de residuos, compost, materiales reciclables recuperados, biogás y cenizas/escorias).»


OBJETIVOS MEDIOAMBIENTALES EXIGENTES

Los Objetivos Ambientales Europeos a los que Portugal está sujeto para los años 2030 y 2035 son muy exigentes, con el Objetivo de Reciclaje implicando alcanzar el 60% y el 65% de todos los residuos municipales existentes para los años 2030 y 2035, respectivamente, y el Objetivo de Vertedero en 2035 no superando el 10% de todos los residuos municipales tratados, lo que naturalmente impone un profundo cambio en los hábitos de la población portuguesa.

En 2021, el 56% de los residuos en Portugal se depositaba en vertederos y el objetivo de reciclaje era del 32%, que es el punto de partida a nivel nacional.

 

 

HÁBITOS MÁS CONSCIENTES Y SOSTENIBLES

Reciclar materiales es una necesidad para un mundo sostenible y las cifras demuestran que los portugueses ya son conscientes de ello. Prueba de ello es que todos hemos identificado el reciclaje como una de las prácticas que podemos adoptar fácilmente en nuestro día a día y que tendrá un gran impacto en el futuro sostenible del planeta, tanto por los recursos -materiales vírgenes- que se ahorran al incorporar materiales reciclados a los productos, como por los impactos ambientales generados por el tratamiento de los residuos urbanos. Esta conciencia medioambiental, ya arraigada en la sociedad portuguesa, es en sí misma un hecho muy positivo.

En cualquier caso, será necesario crear rutinas y nuevos hábitos en cada familia portuguesa, empezando por la reducción y reutilización de los recursos, dejando de lado el papel de productor de residuos y asumiendo el de gestor de recursos.

Cuando iniciemos el hábito de separar los biorresiduos (o residuos de comida y jardín), que representan la mayor cantidad de nuestros residuos, necesitaremos tener un quinto contenedor en nuestras casas para el resto, porque el contenedor principal será ahora para los biorresiduos.

 

Infórmese aquí sobre los municipios de la zona de cada concesionario del EGF.